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Tinajas
enormes. Una mujer trae y sostiene
con una mano una cantara de agua,
mientras un hombre escurre la
que él trajo. Por la espita
abierta sale disparado un grueso
chorro de vino, que ya lo vierte
la jarra rebosante. Sorpresa en
los ojos absortos. Gran realismo
en caras y gestos. Cristo, en
contacto con la alegría
de una boda. Composición
encantadora. |
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Todos
los colores imaginables están
en esta tabla. Manso Jesús
en rostro y gestos. Bondad y alegría
en los Apóstoles. Entusiasmo
en quienes lo reciben, grandes
y pequeños. A lo lejos,
gente que trae ramos. Se reparten
el plano inferior, un buche y
unas ramas, un manto y el hombre,
que, inclinado lo extiende, al
paso de Jesús sobre la
borriquilla. |
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Composición
casi temblorosa. Hay espanto admirativo
y amoroso en los apóstoles. Ternura
en Juan que apoya la cabeza al costado
de Cristo. Judas esconde la bolsa tras
la espalda. Mesa, redonda. El vino,
transparente. Grandes, los panes. Hay
como una acosante invitación
a participar. |
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